martes, 30 de noviembre de 2010

El Yunque

Estaba recostada en mi cama, viendo el techo. ¿Qué veía?, nada.
Me parece increíble e insoportable la pesada libertad que nos han regalado. Pero, ¿quién?; ¿quién nos ha fabricado así?
Así de libres, así de endebles, así de efímeros...
Increíble es también que siendo tan libres, a veces optemos por crear barreras y pestilentes prisiones que hacen que la bellísima vida se convierta en una pesadilla, como hace un par de meses; que intenté desaparecerte de mi cosmos, que cuando veía el techo observaba de frente al vacío, cayendo a horcajadas con su pesadez encima de mí.