Esta mañana estaba en el pasillo correspondiente a mi locker asignado -lícitamente, el primer día de clases haciendo el inhumano esfuerzo de formarme a las 6 am en una línea de cacatúas- y escuché una voz masculina -¡un hombre en el vestidor!- a través de un walkie-talkie. Entró una fuerza armada de mujeres uniformadas de azul, impecablemente maquilladas al estilo 'Doña Elodia', marchando y buscando algo; estaban en acción, cazando algo incorrecto en tan perfecta institución.
Cuando mi curioso oído húmedo alcanzó a escuchar lo que farfullaban en sus aparatos, me percaté de que era una persecución para atrapar a la infractora de la Tec-ley que ocupó el locker 314 sin haberle sido asignado. Las mujeres llegaron hasta las duchas a preguntar a gritos quién había ocupado dicha propiedad temporalmente ajena.
En los siguientes semestres procuraré seguir las normas al pie de la letra... Jamás sabes cuándo te atraparán; el momento es inoportuno, podría ser hasta cuando uno está en pelotas...
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