martes, 4 de agosto de 2009

El Verano - parte II (El Regreso)

El regreso. ¿El regreso a qué?
A ese lugar de atmósfera sofocante, obligaciones y problemas involuntarios; a la que llaman 'Escuela'.
Admito que algunas teorías se aprenden en dicho lugar, pero no todo se puede enseñar ahí. Los libros no son precisamente una experiencia directa, aunque muchas veces les he llamado patéticamente mis 'amigos' -sí lo se. Debería darme verguenza-

Al inicio de este lapso de futilidad en el cual algunas veces me sentí como un parásito -el verano- no estaba segura de cómo gastaría este tiempo. Sólo tenía la idea de que era suficiente para deshacer los nudos que lastimaban mi espalda, para dejar atrás el dolor de las sienes -estoy consciente de que eso diría una anciana aquejada por dolencias del engranaje falto de aceite- , para no pensar más en las personas y adentrarme en el placer de engordar, tumbarme y práctica, simple y llanamente 'existir'.
Pero no. No fue suficiente. En tres días será mi primer contacto con la 'prepa' después de dos meses de no poner un pie siquiera en las aceras que la rodean, de que llegue 'Area IV' -aunque sienta que será mi primer día en 4º de 'prepa'- y, como decía el buen Dalí:
"Contra el tiempo, por los Relojes Blandos"

El regreso... (expresión perdida en el horizonte, a prácticamente nada de que una gota de saliva se derrame por la comisura derecha de mis labios)

-No quiero el regreso-

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