lunes, 29 de junio de 2009

My own private Idaho

You can always tell where you are by the way the road looks. Like I Just know that I've been to this place before. I Just know that I've been stuck here like this one fuckin' time before, you know that?

There ain't no other road on earth that looks like this road. I mean, exactly like this road. One of a kind. Like someone's face. Like a fucked up face...


I Just love to scare things... I don't know. It gives me a sense of.... Power.


This is nowhere. I'll bet that nobody is ever going to drive down this road. I'll be stuck here forever.


idaho

domingo, 28 de junio de 2009

Otro día de función

Todo estaba preparándose para la próxima representación.
Mientras los actores se retocaban los rostros y ensayaban los diálogos, mientras desde la cabina hacían un chequeo de las luces, mientras los vestuaristas preparaban canónicamente los atavíos; ella, la pequeña tramoyista, diminuto componente de este coloso, hacía las compras en el supermercado.
El pan, las zanahorias, los jitomates, etc. Seguía la lista escrita por ella misma esa mañana.

Detrás de los jitomates estaba un sujeto extraño y oscuro, de los que suelen caminar por la calle ataviados con gabardinas y botas con plataformas –sin importar la temperatura- y que portan colmillos de acrílico.
La pequeña tramoyista no pensaba de este tipo de gente lo mejor. Pensaba que era una reverenda ridiculez disfrazarse diariamente para enfrentar a la vida, que era de las más patéticas formas de capturar la atención.
Pero algo en este sujeto la cautivó, y no fue precisamente su estrafalaria vestimenta.
Se aproximó a este y le pidió que la acompañara a la obra de teatro.

Sin conocer más que sus rostros, el personaje de extraña apariencia le propuso matrimonio a la pequeña tramoyista, hincado junto a la cesta de jitomates, ofreciéndole su anillo –el cual tenía, por supuesto, una réplica de cráneo humano encima-.
Ella aceptó con una sonrisa propia de los que tienen un colapso nervioso y asintió con la cabeza.
El inevitable beso se llevó a cabo y ambos se encaminaron al teatro.

Tras la función y un tramoyista más, la dama fue con su nuevo esposo a su apartamento; bajo la luz de la luna y las miradas de desconocidos.
Al despertar, ya a la siguiente mañana, la tramoyista se halló sola y desnuda sobre su colchón de resortes.
Tal vez se había tratado de un sueño, tal vez una fantasía; y así, era un día más de función.
bed

martes, 23 de junio de 2009

Todo Intacto

Finalmente hoy lavé mi cabello. Desde que aquél se fue de vacaciones, traumática e inconscientemente, lo dejé todo intacto; como si fuese algo permanente, como si algo fuera a sucederme si una hebra de atmósfera se mueve de su lugar.
Al llegar a la estética ahí estaba ella; la zarigüeya gigante.
Tomó mi cabeza y masajeó mis folículos de una manera exquisita y...
Nada tuvo orden ni lo tendrá nunca más. Hasta que regrese aquél...

viajes

Que los vientos te protejan
Y que la tierra te guarde
Cuando yo no esté.

Cubierta de smog
Te esperaré en la estación
Rodeada de gente sin rostros.

Lágrimas y sonrisas
Se conservarán intactas,
Pensando en ti.

Aquellos que miran atrás
De pie sobre el andén
Ven la imagen de una promesa.

Pláticas Liberadoras

-Pláticas liberadoras-
-Oh, ¿En serio?, ¿De qué liberan?-
-Del libido...-
-Oh, cielos!; ¿No son las ninfómanas y los sátiros quienes hablan de eso?, ¿Los obsesionados?-
-Difícil de saber. Tú disfrútalas, es natural... (espero)-






nymphomaniac

lunes, 22 de junio de 2009

El Verano

He estado exactamente una semana y dos días de vacaciones.
Ya es verano -como he dicho antes, denunciando mierdas-; ya empezó esta mierda.
Buscando qué hacer e inscibiéndome a algunos cursos absurdos para 'despejar' mi mente de aquellos personajes de libros, de películas y de T.V. con cuyas vidas fantaseo como si llevase años sin hacer algo de provecho -no para mí, ni para nadie- y arrancando mi tiempo como arranco las moronas del pan por alegar injustamente una reciente soledad.
Qué mierda, qué desgaste. Hablo de los aspectos negativos de las cosas porque -por lo general- es más divertido que las sonrisas -las cuales ocultan un vacío macabro detrás de esos dientes que parecen teclas de piano- (LOL); qué ironía, qué amargura la mía; y aún así, qué divertido.
Algunos viejos amigos -no recordaba tener amigos- han estado saliendo por debajo de las piedras, como los condenados crustáceos que son -sin proyectarme, por supuesto- después de un año de vagar con los sesos masticados por el estrés.
Pues bien, con el paso de las horas -terribles horas a las cuales tengo que sobrevivir- descubriré qué matices distinguen a este periodo de holgazanería llamado verano.

miércoles, 3 de junio de 2009

El Lobo

Hace tiempo ya aquel día en que perdí uno de dos zarcillos turquesas.
Alguien me tendió la mano como un compañero,
Pronunció frases infantiles con sus fauces de lobo.

Me llevó dando corvetas a su madriguera
Haciéndome creer que era yo de su calaña.
Y como caperucita roja por su camino corto fui;
Deseando adelantarme, cobrando a la vida una de ene experiencias.

Me adentré en su obscuro hocico con torpes zancadas.
Comía mis propias golosinas, robusteciéndome con frenesí;
Ya que quizás alimento para la bruja yo resultaría
Y la gula de ambos sería satisfecha
Mas en el momento del banquete no había escatimado.

Se abalanzó: Predador sobre corderito.
Corderito solitario, con instintos diferentes.
El temor bullía dentro de mí.
Con arrebatos y chillidos me defendí.

Tras sobrevivir a tal epopeya suspiré casi intacta.
Había intentado transgredirme, sólo dejé un par de cabellos sobre su almohada.
Sintiéndome ingenua torcí los ojos hacia arriba
Y él encontró en su gruesa suela, aferrado, a mi zarcillo turquesa.