Finalmente hoy lavé mi cabello. Desde que aquél se fue de vacaciones, traumática e inconscientemente, lo dejé todo intacto; como si fuese algo permanente, como si algo fuera a sucederme si una hebra de atmósfera se mueve de su lugar.
Al llegar a la estética ahí estaba ella; la zarigüeya gigante.
Tomó mi cabeza y masajeó mis folículos de una manera exquisita y...
Nada tuvo orden ni lo tendrá nunca más. Hasta que regrese aquél...
Noo, cortaste tu cabello verdad!!
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